«Espero que mi experiencia sea luz para el que lo necesite».
Doy las gracias al universo por que permitiera por fin encontrar un camino de sanación , y agradezco a la persona que se cruzó en mi vida y empezó a contarme maravillas sobre el Biomagnetismo, Francoise, que me habló de su experiencia personal con sus hijas y familiares. Yo tardé dos semanas en llamar a la terapeuta que ella me recomendó, Sylvie, una chica encantadora, amable y muy buena terapeuta, a pesar de que Francoise me contó que sus hijas en tres sesiones se habían curado, una de alergia al huevo y la otra de alergia al olivo entre otras. Pues bien, a mi de primeras me entró una alegría tremenda, por fin había encontrado una solución para mi y para la alergia de mi hijo, pero según iban pasando las horas, mi mente me boicoteaba y me empezó a hacer dudar, ¡no me lo podía creer!, después de casi ocho años de pruebas médicas, visitas a especialistas y ningún diagnostico, ninguna cura, todo iba a ser tan fácil ???? y en tres sesiones!!!! va!!! que tontería!!!!! (Eso es lo que pensé en esos primeros momentos).
Hasta que un día, pasadas dos semanas, después de informarme más y pensar… pero y que puedo perder, ¡dinero! bueno pero y si… y si…. encuentro la solución, tengo que seguir buscando, no puedo caer en la desesperanza, tengo que seguir luchando.
Mi interior me empujó, y me recordó a que me dedico yo, y que es lo que hago, una maestra de Reiki dudando de las energías, eso me hizo despertar y salir de mi estado fatalista y desesperanzador, al que ya estaba acostumbrada. Mis miedos a que no diera resultado conmigo me paralizaban y no me permitían seguir buscando soluciones para mi problema. Así que cogí el teléfono y llamé, ha sido una de las decisiones más importantes de mi vida, y nunca la olvidaré.
Gracias Sylvie por cruzarte en mi camino y ayudarme a sanar.
Hasta entonces estaba sumida en el dolor constante y diario de mi lengua, una neuralgia que me duraba horas y hasta días sin parar, una sensación de lengua quemada, que me ardía, como si se cociera dentro de mi boca, que me hacía sufrir y padecer tanto dolor como exclusión social, no podía pasear y cruzarme con algún fumador pues eso me tenia dos o tres horas loca de dolor, aunque estuviera a metros de distancia, si el olor me llegaba, inmediatamente se activaba el dolor de la lengua, no me podía sentar en una terraza, ni siquiera entrar en un bar o cualquier establecimiento si alguien estaba fumando en la puerta (Hoy día en casi ningún establecimiento, pues todo el mundo fuma en la puerta). Por no hablar de la incomprensión y falta de consideración de casi todo el mundo, desde los médicos que alguno llegó a tacharme de paranoica, a amigos y familiares, que me veían como si estuviera loca, o como si me lo estuviera inventando y lo que me pasaba es que era una repugnante que solo quería llamar la atención. Fue muy duro ver como amigos fumadores, hacían caso omiso a mi enfermedad y no dejaban de fumar en mi presencia, lo que me llevo a alejarme de todos para no molestarles yo a ellos.
Empecé a usar mascarilla para no sufrir tantos dolores, a eliminar los productos de limpieza en casa y a usar solo bicarbonato para limpiar y lavar la ropa, si entraba algún fumador en mi casa, solo el olor de su aliento y de su ropa me producían dolor, la sensibilidad era tan fuerte, que no podía resistir cualquier olor fuerte, sobretodo químicos, tabaco, productos de limpieza, olor a humedad, ambientadores, inciensos, humos, barbacoas, algunas colonias y suavizantes de la ropa… y además tomar alimentos como todo lo que tuviera azúcar, edulcorantes, vinagre, levaduras, vino, y el agua embotellada en plástico. No quería ni salir de casa, para qué!!!, para sufrir, para no poder ni beber, ni comer, ni pasear…, también me alejé de amistades, dejé de invitar a mi casa a personas que fumaban o que se echaban determinados perfumes o colonias, vecinos, mamas del colegio de mi hijo, familiares, no podía estar a su lado incluso aunque no estuvieran fumando, pues su aliento o el olor de sus ropas me producían un dolor que en ocasiones quería arrancarme la lengua y dejar de sufrir.
Fueron tiempos difíciles, pero gracias al biomagnetismo, a Sylvie, la terapeuta que me realizó el tratamiento y a la persona que se cruzó en mi camino para salvarme de este infierno, hoy me encuentro muy bien, cada cierto tiempo tengo recaídas (por lo que sigo manteniendo algo de prevención, como no utilizar casi ningún producto químico), pero más leves, vuelvo a tratarme y desaparece, aunque la mayoría de enfermedades no regresan una vez que te tratas con biomagnetismo, pero no pierdo la esperanza, ya que mi calidad de vida es infinitamente mejor que antes de mi primer tratamiento.
El Biomagnetismo no es la panacea, pero da resultados a muchísimas personas, hay un antes y un después. Algunas personas como me pasó a mi, notan el resultado en la primera sesión, otras sufren lo que se llama crisis de sanación, se ponen mucho peor durante uno o dos días y después mejoran (esto le pasó a mi hijo), en dos o tres sesiones la enfermedad o dolencia que venían a tratarse está solucionada. Pero también debemos saber que hay personas muy enfermas, que han pasados por varias enfermedades antes de llegar a la situación actual, por lo que muchas de sus enfermedades están tapando o son causadas por otras que están escondidas y que al ir eliminando unas, afloran otras, que son realmente el problema de su estado de salud, pero que algunos fármacos tapan los síntomas, mientras que la enfermedad sigue dentro y avanzando.
La terapia es muy sencilla, se trata de la colocación de imanes sobre ciertos puntos del cuerpo, los cuales se localizan rastreandolos por medio de un test bioenergético, os dejo unos videos para que podáis ver como es una terapia, también si queréis más información podéis pinchar aquí: Biomagnetismo
En este 2º video, debes empezar en el minuto 31 aprox. pues a partir de ahí comienza a hablar del biomagnetismo.
Debido a los resultados que el Biomagnetismo ha producido en mi, decidí hacer el curso de Biomagnetismo, y poder ayudar a los demás al igual que lo hicieran conmigo.
Nuria López Rodriguez
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